NELLA SOLITUDINE...
Nuovamente... solo.
Signore... concedimi la Tua Luce.
Maestro... concedimi la Tua Pace.
In questo modo potrò, solo, e al tempo stesso accompagnato, dare
testimonianza della Tua e della Vostra Volontà.
Nuovamente... solo.
Ma so che Tu sei li, aspettando a aiutando chi merita di essere
aiutato: L’UMILE.
Antonio Pastor
17 Agosto de 1.996-
EN SOLEDAD…
DE NUEVO… SOLO.
SEÑOR… DAME TU LUZ.
MAESTRO… DAME TU PAZ.
DE ESTA FORMA PODRÉ, SOLO, Y AL TIEMPO ACOMPAÑADO, DAR TESTIMONIO DE TU
Y VUESTRA VOLUNTAD.
DE NUEVO… SOLO.
PERO SÉ QUE TÚ ESTÁS AHÍ, ESPERANDO Y AYUDANDO A QUIEN MERECE SER
AYUDADO: AL HUMILDE.
Antonio
Pastor.
17 Agosto de 1.996-
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